Por casualidad me encontré ayer en el magnífico libro «¡Ajá! Inspiración» de Martin Gardner con otro de estos juegos «disfrazados», lo que en Matemáticas incluso tiene nombre, dada la cantidad de veces que ocurre (isomorfismo).
Podemos llamar al juego que viene a continuación «El juego de las carreteras». Es un juego para dos jugadores. Gardner nos lo explica:
Hay ocho ciudades conectadas por carreteras. Los jugadores, provistos cada uno de un lápiz de distinto color, van, por turno, coloreando tramos completos de carretera. Fijémonos en que algunas carreteras atraviesan pueblos de parte a parte. En tales casos deberá pintarse toda la carretera. El primer jugador que pinte de su color tres carreteras que concurran en el mismo pueblo gana la partida.
Pues ahora que ya tienes un poco de idea de qué va todo esto (y si no, puedes leer el post «¿Velocidad=tocino? El Nim-15«) te invito a que descubras qué juego muy conocido es isomorfo a éste.
matemaTICs 